Seguridad de la propiedad:
Permite que una zona esté abierta al público y a su vez protegida contra robos; por ejemplo, zonas comunes en conjuntos residenciales, edificios comerciales, hoteles, centros educativos, entre otros.
Monitoreo de accesos:
Permite vigilar los accesos incluso en horarios no hábiles, así es posible detectar a personas no autorizadas y vigilar cualquier tipo de evento o acto de vandalismo. Durante el horario de acceso a la organización, el sistema de CCTV ayuda a vigilarlos a través de la detección de presencia cerca de la salida o enlazando el sistema al control de acceso de visitantes.
Visualización:
La función principal de una cámara es captar una escena en tiempo real. Por ejemplo, puede ser ventajoso mostrar a los clientes en un almacén que las áreas se controlan con un sistema de Circuito Cerrado de Televisión visualizando las imágenes en un monitor conectado directamente a la cámara. Además de su efecto disuasivo, permitirá ver una o más zonas desde un mismo punto del almacén.
Es posible también ver el área monitoreada en tiempo real desde una ubicación remota ya sea usando un PC, Smartphone o Tablet.
Monitoreo de eventos:
Cuando el sistema de Circuito Cerrado de Televisión se conecta a otros sistemas de alarma, se puede programar el envío a monitor de vigilancia de una imagen de lo que está pasando, por ejemplo:
Intrusión: Grabación del momento de la detección de intrusión.
Fuego: Verificación de la presencia de fuego en la zona de detección.
Alarma técnica: Verificación de la presencia de un problema técnico.
Análisis:
Contar con un sistema de videovigilancia y sus grabaciones, le permitirá tener evidencia gráfica en caso de necesitarla, aportando lugar, fecha y hora de lo ocurrido.
Grabación:
Una herramienta que permita buscar eventos importantes. Se puede programar el DVR para no tener que grabar todo el tiempo y ahorrar espacio en disco.